Reordenación de la calle principal de La Llama, en una longitud aproximada de 1.230 ml y aquellas calles que convergen en torno a la plaza de La Llama que se han transformado en semipeatonales, utilizando para ello un adoquinado de hormigón de color. Se reurbanizó la plaza, de 5.500 m², que se ha pavimentado con losas de granito gris perla y rosa porriño, de 6 centímetros de espesor. La superficie total de intervención fue de 31.185 m².

En uno de los extremos se ha instalado un estanque con una fuente de varios chorros, y delante del estanque se ha colocado una escultura de acero de 12 metros de altura del artista local Lucio Marcos. Esta obra, denominada “Savia Nueva”, será el símbolo de la plaza de la Llama en su nueva configuración. En el otro extremo de la plaza se ha reconstruído la pista polideportiva cubierta y también se instaló una zona de juegos infantil en la plazoleta en torno a la Casa de los Maestros.

En la reposición del arbolado se ha recurrido a la colocación de 16 jardineras con limoneros. Allí donde el subsuelo lo ha permitido, se han colocado árboles de mayor porte, como los 35 tilos plantados en la calle de la Llama, o la veintena de liquidambar y albizias colocadas en los laterales de la calle Juan José Ruano.