Aparcamiento subterráneo con una superficie total aproximada de 10.775 m² dividido en tres plantas, con capacidad para 414 plazas de aparcamiento, de las que 14 plazas son reservadas para personas con movilidad reducida y 9 plazas para motocicletas.
La utilización de losas de hormigón armado en la construcción ha permitido reducir el número de pilares en cada planta, lo que redunda en una mayor comodidad y facilidad a la hora de estacionar los vehículos, favorecida también por los cinco metros de anchura de las calles interiores, así como por las dimensiones de las plazas, que tienen cinco metros de largo y dos y medio de ancho.
Para mejorar la identificación del lugar de aparcamiento, cada planta se ha diferenciado por el color de los pilares, además de señalizar cada plaza con su número correspondiente. El pavimento es de hormigón pulido y acabado con resinas de color. La planta -1 cuenta con servicios, tanto de señoras como de caballeros, así como una cabina especialmente adaptada para minusválidos.
La iluminación ha sido especialmente cuidada, al igual que las medidas de seguridad para controlar la calidad del aire, además de un sistema de detección de incendios que activa la alarma y el funcionamiento de los rociadores.
El parking dispone de tres salidas peatonales, dos de ellas con ascensor y el acceso de vehículos se hace desde una única rampa de entrada/salida.
Sobre el aparcamiento se reconstruyó el parque existente, de 10.500 m², que ha sido diseñado siguiendo las propuestas de los vecinos, contando con más mobiliario urbano, una zona de juegos infantiles más amplia y más árboles y arbustos de distintas especies, conservando, al mismo tiempo la encina centenaria y la alameda de plátanos.