Grandes empresas cántabras piden inversión y reformas para «afianzar la recuperación».

25-01-2015. Presidentes y directores generales de diez de la principales compañías de la región analizan para El Diario la situación económica y las perspectivas para 2015.

Los directores generales de varias de las grandes empresas cántabras dan por hecha la recuperación económica y adivinan que hay factores positivos que contribuirán al crecimiento económico de España y Cantabria, pero siguen manteniendo <<las cautelas>> ante la gran asignatura pendiente <<de la creación de empleo de forma sostenida>>. A su juicio, el paro y el gran endeudamiento público, son los dos principales lastres. Al igual que hace un año, casi todos reclaman más inversión y fluidez del crédito, proseguir con las reformas, reducir la deuda pública y apostar por la competitividad y la exportación. Son peticiones para un 2015 que creen que será un año de crecimiento, <<real pero lento>>, y con el valor tangible y seguro, si nada <<global>> lo impide, de la recuperación tras una profunda crisis. Las reflexiones anteriores se hacen casi unívocas para la CEOE y para diez de las grandes empresas de Cantabria a la hora de analizar el futuro 2015. Para todas, la recuperación económica es un hecho, pero también las cifras <<inaceptables>> del paro que hacen que la mejoría no cale y no llegue a los hogares por lo que el consumo interno apenas si muestra una leve mejoría. De ahí que también demanden medidas para incentivar el consumo. Los reponsables de la patronal CEOE, Banco Santander, E.ON, Ferroatántica, Grupo Sadisa, Solvay, Global Steel Wire, Norbert Dentressangle Gerposa, Supermercados BM, Grupo SIEC y Grupo Tirso han analizado para El Diario Montañes la situación económica y la perspectiva para el 2015.

«Se deben revisar las exigencias tan duras de solvencia» Juan de Miguel García, Grupo SIEC

¿Qué diagnóstico hace de la economía de España y de Cantabria?

Las principales cifras de la macroeconómia han mejorado. A la baja de los tipos de interés hay que sumarle la de la prima de riesgo. Es muy positiva la reducción de los precios de los carburantes, no así los de la energía eléctrica que siguen en unos niveles absolutamente inaceptables. A pesar de los recortes en gastos y sobre todo de las inversiones en obra pública, el endeudamiento público ha seguido creciendo situándose en los niveles más alto de su historia. En cambio el endeudamiento privado ha ido disminuyendo en las empresas y en las familias aunque no lo suficiente debido al alto nivel del que partíamos. El problema para Cantabria y España es el alto desempleo que está en unos niveles inaceptables y aunque la tendencia es positiva sus efectos en la sociedad no se hacen notar.

¿Cree que el año 2015 será el del inicio de la salida de la crisis?

Partimos de una situación tan tan adversa que más que una realidad es un deseo que se produzca un cambio en la tendencia y este año puede producirse ya que confluyen varios factores. A los ya comentados hay que añadirle que la valoración del euro respecto al dólar beneficiará las exportaciones y mejorará el empleo en la industria y los servicios como el turismo. La losa de la deuda pública y privada impedirá que la recuperación sea más rápida.

¿Qué medidas se pueden adoptar?

Es necesario tomar varias medidas, unas inmediatas y otras de carácter estructural. Las entidades financieras han resuelto sus problemas de liquidez con ayuda de todos (BCE y presupuestos generales de los Estados) y han bajado significativamente los costes de financiación a sus clientes, pero sería necesario que las exigencias tan duras de solvencia fueran revisadas a la baja para facilitar las inversiones de las empresas. Sigue pendiente la reforma de las Administraciones Públicas y no hay noticias. A largo plazo si queremos ser competitivos y cualificados es imprescindible aprobar con el consenso de todos una Ley de Educación que perdure en el tiempo más allá del gobierno de turno y que nos coloque en condiciones de salir del furgón de cola en el que viajamos.

Fuente: El Diario Montañés.
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